Investigadores de la Universidad McMaster descubrieron otra aplicación para un anticuerpo que se está probando para el asma y que podría tratar las alergias alimentarias al interrumpir el mecanismo de la anafilaxia. El estudio publicado en The Journal of Allergy and Clinical Immunology se centra en dos señales químicas de la familia de proteínas interleucinas, IL-4 e IL-13. Se encontró que al bloquear estas proteínas de señalización, el cuerpo dejaba de producir IgE, previniendo la anafilaxia en ratones sensibilizados al maní.
Se entiende que el sistema inmunológico de las personas con alergias alimentarias identifica erróneamente una proteína alimentaria como invasora y desarrolla un anticuerpo conocido como inmunoglobulina E (IgE) para eliminarla del cuerpo. Una vez que esto sucede, el sistema inmunológico retiene una «memoria» del alergeno y generará una respuesta cada vez que se detecte desencadenando los síntomas de reacciones alérgicas y anafilaxia. Esta respuesta involucra una serie compleja de señales químicas que resultan en la producción de IgE.
«Esta investigación sugiere un tratamiento potencialmente transformador para la alergia al maní en particular y las alergias alimentarias en general», dijo el Dr. Manel Jordana, miembro del Centro de Investigación de Inmunología McMaster y coautor principal del estudio.
El anticuerpo utilizado para bloquear las proteínas de señalización está siendo probado para tratar el asma, el eccema y los pólipos nasales por Regeneron con ensayos clínicos que ya están en marcha. La compañía también está buscando expandir su uso potencial para tratar las alergias alimentarias.
FUENTE: The Journal Of Allergy and Clinical Immunology