Aunque se trata de un vegetal, el poderoso ajo suele despertar dudas sobre su consumo cuando se hace una dieta cetogénica. La razón es que en en 100 gramos de ajo hay 40 g de carbohidratos netos y ese número básicamente es impensable. Pero con un simple cálculo y conociendo más a fondo los beneficios de este pequeño gigante, podrás tener más claridad sobre cuánto comer.
Una cabeza de ajo mediana, pesa unas 2 onzas aproximadamente, y el número de dientes en una cabeza depende del tamaño y la variedad. Sin embargo, como punto de partida, el tipo de ajo típico que se vende en la tienda de comestibles local suele contener entre 10 y 12 dientes. Para una medida de 1/4 de taza hay que picar unos 12 ó 13 dientes de tamaño medio. Y aquí viene la parte más interesante, 1/4 de taza tiene 10 gramos de carbohidratos netos. Entonces el cálculo que se debe hacer es 1 g de carbohidrato neto por diente de ajo de tamaño promedio.
Para reconocer un ajo de calidad, asegúrate que el bulbo se vea esférico, chato en la base, con un diámetro ecuatorial entre 3 y 8 cm, y un peso sobre 15 g, con bulbillos o dientes uniformes, y con catáfilas envolventes bien adheridas, las cuales deben cubrir la totalidad de la cabeza. Si pesa menos de 15 g es posible que esté deshidratado.
Beneficios increíbles
Un metaanálisis publicado por The Journal of Nutrition encontró que el consumo diario de ajo reduce la proteína c reactiva que es la principal proteína que el cuerpo activa cuando está inflamado. Por eso se considera que comer ajo reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas comunes, incluido el cáncer. El Instituto Nacional del Cáncer incluso reconoce al ajo como un potente compuesto anticancerígeno: el ajo combate el cáncer porque bloquea las nitrosaminas, que es un carcinógeno.
Puede combatir infecciones peligrosas
Desde hace décadas se conocen las propiedades antimicrobianas, antibacterianas y antifúngicas del ajo, pero incluso va más allá, el ajo ayuda a destruir el E. coli resistente a múltiples fármacos . En lugar de tomar un cóctel de medicamentos, simplemente puede comer ajo y combatir la E. coli.
El ajo también ayuda contra las infecciones por hongos como la cándida, responsable de las infecciones por hongos y la candidiasis oral.
En conclusión, el ajo es divino, poderoso, saludable y no pone en riesgo la cetosis nutricional.
