Las personas que buscan reemplazar el azúcar natural con un sustituto a menudo recurren a productos a base de sucralosa (como Splenda®) para satisfacer sus antojos de dulces y reducir el consumo de calorías.
Sin embargo, nueva evidencia sugiere que la sucralosa puede afectar directamente los niveles de azúcar en la sangre y de insulina, a pesar de que es un edulcorante bajo en carbohidratos y casi sin calorías. Y si ese es el caso, terminará con los mismos niveles altos y bajos de azúcar en sangre e insulina que probablemente estaba tratando de evitar. Tal vez sea la razón por la cual personas obesas que llevan años usando productos endulzados con sucralosa, no logran adelgazar y más bien tienden a seguir ganando peso.
Estudios recientes demuestran que la sucralosa y aditivos como la maltodextrina podrían aumentar la velocidad a la que la glucosa ingresa al torrente sanguíneo. Este descubrimiento es particularmente alarmante, ya que puede conducir a condiciones como diabetes y obesidad en personas que desconocen cómo el consumo de sucralosa está afectando sus niveles de insulina.
Nueva evidencia sugiere que la sucralosa puede afectar directamente los niveles de azúcar en la sangre y de insulina
American Diabetes Association
La Facultad de Medicina de la Universidad de Washington estudió los efectos de la sucralosa en diecisiete personas obesas, clasificadas como personas con un IMC superior a 30. Estas personas no tenían un diagnóstico previo de diabetes y reportaron que no usaban edulcorantes artificiales con regularidad.
Los resultados fueron asombrosos. Cada uno de los sujetos vio un nivel de azúcar en la sangre casi un 20 por ciento más alto cuando bebieron sucralosa que cuando bebieron agua. Los investigadores notaron que estos hallazgos se alinearon con estudios previos que señalaron los efectos de la sucralosa y otros edulcorantes artificiales en la salud intestinal y la producción de hormonas.
